3 claves para erradicar la inseguridad alimentaria
Desde 2015, uno de los objetivos de la comunidad global para el desarrollo sostenible es erradicar la inseguridad alimentaria para antes de 2030. ¿Es esto factible a día de hoy? Te contamos las claves según los expertos.
Mejorar la vida de millones de personas vulnerables que vieron alterada su vida por los conflictos, fenómenos climáticos extremos y otros desastres, es necesario para evitar la emigración involuntaria, terminar con la violencia y garantizar los derechos fundamentales.
Inevitablemente las restricciones mundiales de circulación y los muros comerciales, por el control de la pandemia de coronavirus, ha desatado el pánico. La cadena de suministros de alimentos se vio afectada, las exportaciones y las importaciones se alteraron, aumentó la demanda y los precios incrementaron.
Muchos trabajadores agrícolas migrantes se vieron confinados mientras que los alimentos no cosechados, por la falta de mano de obra, se pudrían en los campos.
El trigo y el arroz, alimentos básicos, han subido entre de un 8% y un 25% respectivamente. En Nigeria, por ejemplo, el precio del arroz aumentó un 30% a finales de marzo.
Las personas perjudicadas tienen que pedir comida, se mal alimentan o simplemente no comen. En los países más pobres el resultado es devastador: aproximadamente 2.000 millones de personas están en riesgo de pobreza extrema.
1. Menos aranceles
Para Máximo Torero, economista jefe de la ONU para la Alimentación y la Agricultura en Roma, eliminar las barreras comerciales tanto para importar como para exportar «sería una solución».
Suprimir los impuestos y bajar los aranceles de importación puede activar los envíos mundiales, siempre tomando las precauciones necesarias para la seguridad de los trabajadores y el transporte seguro de la mercancía.
El economista apuesta también por el comercio regional y/o entre países colindantes. Sobre todo que los gobiernos trabajen en equipo y den una rápida respuesta llevando los alimentos de donde se producen a donde más se necesitan.
Es importante lograr un equilibrio entre mantener el flujo de alimentos y proteger la salud pública, reduciendo la incertidumbre con mayor transparencia sobre los datos de las existencias disponibles y evitar que los ciudadanos prefieran la muerte antes que la depresión económica que surge por contener el virus.
2. Más ayudas
La clave para Abhijit Banerjee, profesor del Instituto de Tecnología de Massachusetts y ganador del Premio Nobel de Economía 2019, sería no abandonar ni reducir los programas de ayuda que hasta ahora impulsaban la trayectoria de miles de familias, de lo contrario caerían en la pobreza y es posible que no salieran de ella.
Con todos los países afectados, se tiende a limitar la ayuda que las poblaciones en desarrollo necesitan pero para evitar la devastación en grandes proporciones, los países deben gastar más.
Las economías se recuperaron de crisis anteriores porque los gobiernos intervinieron con grandes paquetes de gastos como el Plan Marshall.
De lo contrario, podría formarse un problema cíclico como comenta Natalia Linos, directora ejecutiva del Centro François-Xavier Bagnoud de Salud y Derechos Humanos de la Universidad de Harvard: la mala alimentación provoca enfermedades y estas conducen a la pobreza y a la inseguridad alimentaria.
Con la Covid-19, la gente con menos recursos se expone más al virus porque no puede abastecerse de comida, tienen que salir con mayor frecuencia a buscar alimentos y si trabajan no pueden hacerlo desde casa.
La OMS recomienda garantizar la atención sanitaria básica para atender la desnutrición y emplear mecanismos de detección en los hogares con inseguridad alimentaria.
Si la evidencia epidemiológica obliga a mantener las restricciones se deben tomar medidas adecuadas para aliviar el hambre como resultado de estas.
3. Agroecología innovadora
Otra idea que está funcionando actualmente según la Dra. Shailaja Fennell, profesora titular de la Universidad de Cambridge, es la creación de un nuevo modelo de distribución donde los agricultores lleven sus propios productos a los hogares locales.

La agricultura es su medio de vida
La agricultura es la principal fuente de sustento para el 86% de la población rural del mundo y es clave en el desarrollo internacional. La solución para la gestión de la inseguridad alimentaria consiste en la capacidad de las comunidades para emprender prácticas agroecológicas locales innovadoras.
Así como otras iniciativas que enfatizan la importancia de la creatividad en la preparación de los alimentos, el cambio de las recetas para utilizar productos de temporada y lo que queda en el armario, tanto en los países acomodados como en vía de desarrollo.
El ejemplo de Mozambique
En Mozambique los ciclones del año pasado destruyeron las plantaciones y los precios de los alimentos subieron, agravando una crisis alimentaria en curso y más de 67.000 niños menores de cinco años sufrieron desnutrición severa y el 42,6% tuvo problemas de crecimiento.
Los hogares más vulnerables se vieron obligados a reducir la frecuencia y la cantidad de las comidas, recurrieron a alimentos más baratos y/o a alimentos silvestres, menos deseados y menos recomendados. ¿Sería posible prevenir y aliviar estos impactos negativos?
Está claro que lidiar con una emergencia sanitaria y con la inseguridad alimentaria que amenaza la vida de millones de personas no es fácil, pero con la cooperación, la voluntad y el buen hacer de personas como tú y muchos otros podemos conseguirlo.