Cultivando a la próxima generación: 6 beneficios de los jardines de permacultura en las escuelas
Incluso en esta época industrial, la existencia de huertos domésticos en azoteas o comunitarias en las escuelas no es nada nuevo. Adicionalmente, la pandemia y el consecuente confinamiento, junto con los movimientos por estilos de vida más sostenibles frente la destrucción ambiental global, solo han provocado un resurgimiento del interés en aprender a cultivar nuestros propios alimentos.
A medida que el mundo avanza desde la pandemia, esta inclinación intensificada hacia la soberanía alimentaria puede proporcionar una plataforma vital para aprender cómo vivir de mejor manera según los sistemas terrestres, especialmente para la próxima generación.
Como sabemos, los efectos secundarios de la pandemia (como el cierre de escuelas) tuvieron un impacto especialmente profundo en nuestra juventud. La implementación de programas e infraestructura como jardines de permacultura en las escuelas puede proporcionar a los jóvenes un entorno indispensable para desarrollar conocimientos y habilidades tanto dentro como fuera del aula, especialmente frente un futuro cada vez más afectado por el cambio climático.
Si bien existen muchas razones para implementar jardines de permacultura en las escuelas, a continuación destacamos seis principales:
1. Incremento de hábitos saludables
Un beneficio importante de invertir en el desarrollo de jardines escolares de permacultura es el aumento de los beneficios para la salud en general.
Por ejemplo, un estudio realizado en la ciudad de West Hollywood encontró que al implementar en conjunto programas de jardinería, nutrición y actividad física, los participantes aumentaron las sesiones de actividad física semanal en un 6 % y comieron aproximadamente un 10 % más de porciones de frutas y verduras diariamente.
Por lo tanto, la implementación de programas de jardinería en las escuelas no solo puede proporcionar una forma de cultivar alimentos frescos, sino que también puede servir como un impulso para considerar formas de fomentar otros hábitos saludables.
2. Extensión a familias y comunidades
Otra razón para implementar jardines escolares de permacultura es la posibilidad de extender los beneficios a las familias y comunidades de los estudiantes.
Este mismo estudio mencionado anteriormente mostró que, en la ciudad de San Bernardino, después de participar en el programa hubo un aumento del 20% en el número de estudiantes que luego comenzaron a hacer jardinería en casa.
Por lo tanto, los programas de jardinería escolar pueden aumentar el interés y la implementación de la permacultura más allá de las paredes de la escuela, extendiendo los beneficios a la comunidad local.
3. Fomentar el desarrollo emocional
Más allá de los beneficios tangibles de los hábitos más saludables, los huertos escolares también pueden brindar un espacio para el aprendizaje y el crecimiento emocional.
Varios estudios y programas destacan cómo la jardinería fomenta espacios de cooperación, colaboración, creatividad y exploración entre los estudiantes. Debido a la necesidad de trabajar juntos hacia una meta común que beneficie a todos, los jardines permiten a los estudiantes desarrollar importantes habilidades interpersonales.
4. Aumento de las habilidades para la vida
Además, los jardines de permacultura en las escuelas pueden servir como base para el desarrollo del liderazgo y las habilidades para la vida.
Por ejemplo, al delegar tareas y asignar a los estudiantes responsabilidades de cuidado, los jardines brindan un espacio para el crecimiento de habilidades en la gestión y dirección de sus propios proyectos.
Esta puede ser una herramienta importante de empoderamiento, especialmente en comunidades marginalizadas donde las voces de los miembros a menudo no se escuchan.
5. Educación ambiental
Los jardines no solo brindan un espacio para que los estudiantes de aprendizaje kinestésico puedan explorar fuera del entorno tradicional del aula, sino que también pueden servir como una plataforma efectiva para la educación ambiental.
Al aprender sobre el origen de nuestros alimentos, los recursos necesarios para producirlos y cómo vivir de manera más armoniosa con nuestro entorno, los estudiantes comienzan a desarrollar una mayor empatía y diversas habilidades para abogar por un mundo más natural.
6. Preservar la cultura y la biodiversidad
Por último, en un mundo en el que se pierden cada vez más cultivos únicos en favor de la agricultura industrial y en contra de las culturas indígenas, los jardines de permacultura pueden servir como una forma de preservar la biodiversidad de las plantas, así como las historias locales.
Los programas de jardinería pueden enfocarse en plantar cultivos tradicionales para ayudar a mantener el conocimiento y las costumbres locales.
Además, se pueden establecer programas culinarios junto con intervenciones de permacultura para enseñar a los estudiantes sobre la preparación de alimentos (otra habilidad importante para la vida).
Próximos pasos: implementación
Si bien existen muchos más beneficios además de los mencionados anteriormente sobre por qué implementar jardines de permacultura en las escuelas, esperamos que estos seis despierten suficiente interés para que los sistemas educativos comiencen a considerar programas en sus propias comunidades.
La implementación de un jardín de permacultura en una escuela puede guiarse por pasos similares a los que se tienen en cuenta al iniciar uno en casa, tal y como explicábamos en este post.
Si ya existe un jardín escolar, la estructura puede ser reevaluada y, si es necesario, rediseñada para estar más alineada con los principios de la permacultura.
En Mozambique, Azada Verde implementa los principios de la permacultura a lo largo de sus diversos proyectos de apoyo a la agricultura, la reforestación, la seguridad alimentaria y la educación. Puedes apoyar el trabajo que realizamos haciéndote soci@ en el siguiente enlace.
Autora: Shannon Leigh O´Brien