8 cosas sobre la desnutrición infantil en Mozambique que vale la pena conocer
El tema de la desnutrición infantil en Mozambique es, sin duda, un gran problema que debemos abordar cuanto antes. Y es que Mozambique es un país con un importante déficit de alimentos en una población mayoritariamente rural de unos 28 millones de personas.
Y es que, a pesar de los avances que se han logrado en materia de seguridad alimentaria, y de que el país alcanzo el Objetivo de Desarrollo del Milenio de reducir a la mitad el número de personas hambrientas, aún persisten importantes desafíos, ya que el 43 % de los niños menores de 5 años muestran signos de desnutrición crónica, a menudo denominada «retraso en el crecimiento».
Según un estudio reciente, los costes anuales asociados con la desnutrición infantil se estiman en mil millones de dólares. Este grave problema de salud pública se debe a una combinación de factores que incluyen malas prácticas de alimentación complementaria o nutrición materna, altas tasas de enfermedades infecciosas como la malaria así como el acceso deficiente a servicios de salud, agua y saneamiento.
En entornos pobres, los padres de niños desnutridos a menudo no son conscientes del vínculo de causalidad entre la desnutrición, la enfermedad y, potencialmente, la mortalidad.
Aquí hay algunos datos adicionales sobre la desnutrición infantil en Mozambique:
1. Se estima que solo el 45,2 % de los niños con desnutrición reciben atención médica adecuada.
2. La mayoría de los costos de salud asociados con la desnutrición ocurren antes de que el niño cumpla los 3 años de edad.
3. El 26% de todos los casos de mortalidad infantil en Mozambique están asociados con la desnutrición.
4. El 10% de todas las repeticiones de curso en la escuela están asociadas con el retraso del crecimiento.
5. Los niños con retraso en el crecimiento alcanzan 4,7 años menos de educación escolar que los niños con un crecimiento normal.
6. La mortalidad infantil asociada con la desnutrición ha reducido la fuerza laboral de Mozambique en un 10%.
7. El 60,2 % de la población adulta de Mozambique sufrió retraso en el crecimiento cuando era niño. Sin duda un dato espeluznante.
8. Los niños con retraso en el crecimiento tienen más probabilidades de abandonar la escuela. Se estima que solo el 12% de los adultos con retraso en el crecimiento en Mozambique completaron la escuela primaria, en comparación con el 84 por ciento de aquellos con un crecimiento normal.
El Gobierno prioriza la reducción de la desnutrición infantil en el país. El objetivo de reducir el retraso del crecimiento en los niños al 35 % se refleja en su Plan quinquenal (2015-2019), que exige un enfoque multisectorial dentro del Gobierno y con los socios.
Y es que los niños con hambre pueden presentar diferentes tipos de conducta que dificulta enormemente su aprendizaje. Muchos niños presentan comportamientos letárgicos, desinteresados y desmotivados como consecuencia de la falta de alimentos, poniéndolos de inicio en una desventaja inmediata. Es una simple cuestión de causa y efecto: un niño que no recibe suficientes alimentos saludables por la mañana tendrá menos energía durante el día.
Para empeorar aún más la situación, cuando ese mismo niño hambriento se vaya a la cama por la noche, tendrá problemas para dormir, lo que resultará en una fatiga aún mayor al día siguiente.
Los niños con hambre suelen estar enfermos con una mayor frecuencia, generalmente con resfriados y virus menores, pero a veces es solo una secreción nasal constante y una tos que nunca desaparece debido a la debilidad de sus defensas.
Y es que la conexión entre la inseguridad alimentaria y el bajo rendimiento es innegable. El hambre puede hacer que un niño se muestre distraído, ya que es posible que le cueste un gran esfuerzo concentrarse. Todo esto hace que a pesar de que puedan tener buena memoria, generalmente no retengan bien la información.
Un niño que está distraído por el dolor físico y emocional de la inseguridad alimentaria tendrá muchas más dificultades para aprender, aprobar sus exámenes, progresar en la escuela y tener éxito en su vida futura.
Lo más curioso de todo esto es para solucionar todos estos problemas no es necesario recurrir a importante tecnología ni complejas infraestructuras. Es tan fácil como facilitarles el acceso a una alimentación variada y saludable.
Porque la inseguridad alimentaria infantil nos afecta a TODOS, no importa de dónde seas o dónde vivas. Todos deberíamos sentir la responsabilidad de buscar formas y aportar lo que podamos a la hora de luchar contra este terrible problema.
En Azada Verde a través de nuestro programa Escolas de paz hemos visto de primera mano cómo los niños que reciben acceso a los alimentos variados y nutritivos, pueden superar sus desafíos y convertirse en personas sanas capaces de trabajar duro por ayudar a su comunidad cuando se convierten en adultos.
Es por eso que nuestros proyectos para niños y familias agricultoras van enfocados, sobre todo, en que pueda disponer de una alimentación lo más saludable y abundante posible. Si quieres ayudarnos a seguir luchando contra el hambre y la desnutrición, solo pulsa en el siguiente link y colabora con Azada Verde.