Terror yihadista en el norte de Mozambique

Terror yihadista en el norte de Mozambique

El terror yihadista en el norte de Mozambique es una realidad. El 24 de marzo de 2021 el terrorismo yihadista hizo mella en el norte de Mozambique. Sabemos que África es invisible y que todo aquello que en ella sucede no existe mientras no lo difundan los medios. Aunque periodistas e investigadores tenían prohibida la entrada, la ciudad de Palma, en la región septentrional de Cabo Delgado, había sido tomada a sangre y a fuego por Ansar-al Sunna, una facción del estado islámico, ISIS

Desde 2017 este grupo, que en español significa «partidarios de la tradición» y que ellos llaman al-Shabaab, ha ido adquiriendo cada vez más fuerza; se ha ido radicalizando paulatinamente, recibiendo entrenamiento militar y estableciendo lazos con otros islamistas radicales del Congo (como la milicia congoleña ADF). ISIS, que no le presta apoyo logístico, ha reivindicado sus acciones violentas.

El terror: muertos, heridos, desplazados

Los medios dicen que Mozambique tiene su propia versión de Boko Haram. Cuando sucede algo terrible o deshumanizador, el horror se parece bastante en cualquier parte del mundo. No es solo el hecho de no saber qué vas a comer hoy o qué le vas a dar de comer a tus hijos; a la inseguridad alimentaria se une la violencia extrema

A los incendios, el asesinato de trabajadores, el desalojo forzado de hogares y tierras se suman las noticias de la decapitación de niños de 12 años, que se habían negado a sumarse a las tropas yihadistas. Cuerpos decapitados, desmembrados y miembros esparcidos por la calle. Los actos de crueldad se propagan con la misma banalidad que se propaga el actual virus.

Los muertos por el terror yihadista en el norte de Mozambique, desde 2017, se cuentan por millares y la mayoría son civiles. Los relatos de las mujeres que han sido obligadas a asistir a las decapitaciones y han escapado del ataque armado son escalofriantes.

Geopolítica, pobreza y fuentes de energía

Cabo Delgado, la provincia más septentrional de Mozambique, es una de las más pobres y con más desigualdades. Existen pocos medios legales para ganarse la vida, de manera que abundan los traficantes de marfil, rubíes, heroína….

No obstante, se trata de una región rica en gas y el presente estallido de violencia ha obligado a paralizar el proyecto gasístico de la multinacional francesa Total: una planta de licuado de gas natural. Por el momento, el terror yihadista en el norte de Mozambique ha dejado en suspenso una inversión millonaria.

El auge del terror yihadista en el norte de Mozambique

Las prédicas del islamismo radical encuentran un terreno abonado en la juventud desheredada y desencantada de Cabo Delgado. Los extremistas también ganan adeptos intercambiando préstamos para pequeños negocios a cambio de lealtad a la causa. 

Si tuviéramos que explicar el auge del yihadismo y la generación de conflicto y radicalización en la región, aventuraríamos que las conexiones internacionales de los terroristas de Cabo Delgado pesan menos que las propias condiciones sociales de la zona.

Casualidad o no, el descubrimiento de gas natural en la región atrae la codicia de los que siembran el terror, un descubrimiento que, tal como afirma el diario Le Monde, ha obligado a la militarización del país.

Desplazados forzosos

La violencia yihadista en el norte de Mozambique ha generado 4000 desplazados procedentes de Palma, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Con ellos son 760.000 personas desplazadas desde 2017. Personas que han tenido que abandonar sus hogares y sus medios de subsistencia. Este hecho provoca un desequilibrio en los lugares de llegada que imprime tensión en las necesidades alimentarias de las regiones de acogida.

El terror yihadista en el norte de Mozambique agrava así el ciclo de la pobreza y la desigualdad en una población castigada por anteriores conflictos armados y los desastres naturales.

insurgencia en el norte de Mozambique

El particular corazón de las tinieblas del norte mozambiqueño

El 7 de abril de 2021 el presidente del país, Filipe Nyusi, se dirigió a los mozambiqueños a través de la televisión para explicarles que el ejército había recuperado la ciudad de Palma.

Da la impresión de que el terror yihadista en el norte de Mozambique se ha desactivado. Sin embargo, en este particular corazón de las tinieblas del norte mozambiqueño cabe preguntarse de dónde salen las armas de fuego de los yihadistas y quién se las vende, dónde se entrenan y quién les presta formación militar y, por encima de estos interrogantes planea uno más inquietante: ¿Cuándo será el próximo ataque?