Hambruna en Mozambique, una crisis alimentaria congénita

Nuestra Alimentación de Internados para combatir la hambruna en Mozambique

Hace poco, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de Naciones Unidas publicaba su Informe Mundial sobre Crisis Alimentaria 2020: 135 millones de personas de 55 países y territorios sufrían de inseguridad alimentaria aguda a finales de 2019. La hambruna de Mozambique engrosa esas cifras.

La anemia es algo generalizado en Mozambique, sobre todo entre las mujeres que van de los 15 a los 49 años, que la padecen en un 51%, y niños, algo más del 60% en los menores de 5 años, y un 42,6% de ellos privados de un desarrollo pleno.

Y estos números sin contar los siete millones de embarazos no deseados en el continente, lo que aumentaría aún más estas cifras.

Tan solo en junio del año pasado había 67.500 niños menores de 5 años desnutridos en 31 de los 128 distritos de Mozambique; aproximadamente un 10,38% de ellos con desnutrición severa.

265.000 personas en emergencia

El informe utiliza indicadores IPC (Integrated Food Security Phase Classification) que clasifican la seguridad alimentaria en 5 fases. De una población analizada de 5 millones de mozambiqueños, 265.000 personas se encuentran en la fase 4 denominada de Emergencia, 1,4 millones en la 3 de Crisis y 1,6 millones en la 2 de Estrés.

El 28% de los niños entre 6 meses y 2 años tienen un acceso muy limitado a una mínima variedad de provisiones alimenticias.

En el último año, los hogares de Sofala, provincia en la que trabajamos, pasaron de fase 2 a fase 3, lo que quiere decir que empeoraron su situación de inseguridad alimentaria.

La desnutrición severa aguda es una ausencia de seguridad alimentaria que perjudica la vida y/o el sustento de las personas, sin importar los motivos, el entorno o el tiempo. Sofala está pues en estado de alerta.

Alimentación de Internados

En Azada Verde, gracias a nuestro proyecto de Alimentación de Internados, hemos conseguido mejorar la alimentación de 667 niñas y niños diversificando su dieta y enriqueciéndola más allá de la xima (puré de harina de maiz).

Pero no nos conformamos con esa cifra. El objetivo es alcanzar los 2.200 niños y niñas de las comunidades rurales donde trabajamos y que no cuentan con los recursos necesarios para tener una alimentación digna.

Algunas de las jóvenes de los internados comiendo xima

Otro de nuestros proyectos que fomenta el autosustento de las familias son nuestras Bici-bombas, que permiten transportar agua hasta 25 metros de distancia, un recurso de difícil acceso para estos hogares y una prioridad para nosotros.

Ahora, más que necesarias son ¡IMPRESCINDIBLES! para enfrentarnos a lo que está por llegar…