Nuestras Escolas de Paz, un futuro (educativo) para niñas como Rabeca

Rabeca, contenta con la educación que recibe de Escolas de Paz

Rabeca lleva años soñando con estudiar medicina para poder colaborar en el desarrollo de su comunidad. Es huérfana de padre y madre y hasta ahora vivía con su abuela en una pequeña comunidad rural de Mozambique. Todo ello, colaborando con la limpieza y tareas de cuidados de su hogar y estudiando al mismo tiempo. 

Para cumplir su sueño debía recorrer cada día entre 7 y 10 kilómetros a pie para llegar a la escuela. Su situación familiar no le permitía el acceso a tres comidas diarias y su acceso a la educación dependía de nuestras Escolas de Paz, que da acceso a servicios básicos como educación a niños y niñas de las comunidades rurales de Mozambique. 

Rabeca, dispuesta a conseguir su objetivo educativo, quería continuar su educación de secundaria pero la falta de recursos y la lejanía de la escuela de su hogar le dificultaba mucho las cosas.

Azada Verde le abrió la posibilidad de seguir sus estudios en un internado, lo que le aseguraba una educación. Allí Rabeca comería tres veces al día y ya no tendría que recorrer largas distancias. Esto le acercaba más a su meta y mejoraba su bienestar.

Alimentando sueños

Desde nuestro proyecto Alimentación de Internados damos acogida a niños y niñas huérfanos de al menos uno de los progenitores, para que puedan seguir con sus estudios secundarios.

Este es el caso de Celina, Fátima, Rabeca, Tomo, Wilson y Pedro, que podrán seguir sus estudios para aportar crecimiento a su comunidad y alejarse de las situaciones de explotación, violencia, abusos sexuales y matrimonios infantiles.

Alumn@s de nuestras Escolas de Paz

Ellos están felices de poder continuar con sus estudios y nosotros de poder darles acceso a esa educación y a una nutrición adecuada para niñas y niños, promoviendo la esperanza de un futuro mejor.

Nuestro deseo: poder colaborar con más niñas y niños como Rabeca con una alimentación y educación dignas. ¿Te sumas?