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Listado de la etiqueta: agroecología
- Tres instaladas, otras dos ya acabadas, una sexta en construcción, otras dos en camino… El número de bici-bombas sigue creciendo gracias a tu apoyo.
- Ahora con una flamante novedad: si donas una te diremos y podrás ver su localización exacta ¡y además llevará una placa con tu nombre!
En Azada Verde hemos tomado una decisión: vamos a apostarlo todo por nuestras Bici-Bombas para el Desarrollo. Así que preparaos porque ¡vamos a llenar toda la zona rural del distrito de Chibabava de bicis que riegan cultivos a base de un simple pedaleo!
Lo tenemos más claro que nunca, apostamos fuerte por las Bici-Bombas para el Desarrollo,una ecotécnica que está provocando un impacto tan real en las familias que apoyamos que nos ha sorprendido hasta nosotros.
En Azada Verde vamos a poner todas las hortalizas en el asador por nuestras soluciones ecológicas de bajo coste y de acceso al agua para familias vulnerables sin apenas recursos.
Y las razones, aunque obvias, te las explicamos con un gráfico que, si tenías alguna duda, te la quitará rápidamente:

El mes pasado ya os contábamos que en abril instalamos las primeras dos bici-bombas de este 2019. ¡Chico y Mabore ya llevan mes y medio regando sus cultivos a golpe de pedaleo y pronto tendrán sus hortalizas listas para ser cosechadas!

Y como os adelantábamos: si decides apadrinar unasabrás su localización exacta (puedes ver el mapa de las que ya tenemos instaladas actualmente en nuestra web de bici-bombas) ¡y llevará una placa con tu nombre!

Funcionamiento bici-bombas
El funcionamiento ya lo sabéis y en el siguiente vídeo podéis verlo: Mabore prueba exitosamente su bici-bomba recién instalada bajo la atenta mirada de nuestros técnicos Luis y Sete y nuestros voluntarios Hugo, Sara y María.
Y en el siguiente vídeo el segundo paso: nuestro técnico Luis dándole los sobres de semillas a Chico, las cuales plantará para sembrar las hortalizas que diversificarán la dieta de toda su familia e incluso con suerte le darán una salida al mercado donde podrá vender el excedente y obtener unos beneficios.
De esos beneficios deberá devolver el 50% a Azada Verde porque recuerda que nuestro concepto no consiste en dar asistencia pura y dura sin más, sino en darle conocimiento y herramientas a las personas para empoderarlas y proveerles de un presente y un futuro).
Agroecología, ayuda de emergencia post ciclón Idai, bici-bombas y Escolas de Paz en Mangunde y Barada. 7 días con Azada Verde en las comunidades rurales de Sofala, Mozambique.
Cuando me embarqué en esta aventura solidaria lo hice con el claro objetivo de conocer nuevos horizontes y ensanchar mi mente. Vivir nuevas experiencias, descubrir nuevos contextos y realidades. Aprender y desarrollarme como persona.
Se me ofreció la posibilidad de ayudar como voluntario desde mi humilde expertise en comunicación en el Tercer Sector y este viaje a terreno era y ha sido como un regalo que me daba la vida y no podía desaprovechar.
Dicen que Mozambique es el quinto país más pobre del mundo. Hablamos de un país que estuvo sumido en una cruel guerra civil durante 15 años, una auténtica eternidad.
Mozambique: recuperar lo perdido
Ahora, 27 años después, las mozambiqueñas y mozambiqueños aún siguen luchando como si la guerra no hubiera acabado. Ahora la lucha es otra, pero igual de importante y dura: recuperar el tiempo y terreno perdido.
¿El objetivo? Evolucionar y desarrollarse para equipararse, o al menos acercarse, a los modelos de países africanos vecinos que mejor han sabido salir adelante de sus guerras y falta de medios.
En esta experiencia, he vivido las dos Mozambiques, la de las ciudades como Beira o Maputo, algo caóticas y poco limpias (falta mucho trabajo de educación y sensibilización para saber cuidar el entorno y organizarse de forma adecuada), y la rural, que es la me ha conquistado y en la que quiero centrarme.

Le decía a mis compañerxs de experiencia a las pocas horas de llegar a Mangunde que la misión, ese remanso de paz limpio y ordenado, este lugar tan agradable, es como un día de verano de vacaciones en la montaña.
Esa calma, esa tranquilidad… Mangunde es como ese momento del año en el que tienes mucho menos que hacer, básicamente descansar, relajarte y disfrutar de tu tiempo libre dedicado a la contemplación y al «no hacer nada«.
Solo que con una diferencia: eso es el día a día normal de los habitantes de la misión. Los adultos trabajan, los agricultores labran la tierra, los niños van al cole, los profesores enseñan a sus alumnos… Todos tienen sus tareas, horarios y obligaciones.
Azada Verde: conocimiento y herramientas para el empoderamiento
Desde Azada Verde lo que pretendemos no es darles pura y simple ayuda asistencial, lo que queremos es darles conocimiento y herramientas para empoderarlos y que sean autosuficientes.
En estos días aquí hemos gestionado tres ayudas de más de 750 sacos de ayuda alimentaria en forma de harina de maíz que alimentarán a otras tantas familias vulnerables de las zonas de Mangunde y Barada durante unos 10-12 días, pero porque la emergencia por el ciclón Idai así lo requería, y porque nuestros socios y donantes se volcaron en este sentido.
Pero nuestros proyectos son otra cosa.

- En estos 7 días hemos instalado dos de las ocho, sí, ¡ocho ya! bici-bombas que bombearán agua del río Buzi y proveerán así a sus beneficiarios de agua para regar sus ‘machambas‘ (sus parcelas de cultivo). No les damos agua.
- En estos 7 días nos hemos reunido con dos de nuestras cooperativas agrícolas y les hemos provisto de semillas para cosechar una gama de hortalizas que variarán su dieta y cuyo excedente podrán luego vender y rentabilizar en el mercado sacando unos ingresos (de los que luego tendrán que devolver el 50%). No les damos tomates o cebollas. Les invitamos al asociacionismo.
- En estos 7 días hemos compartido con unos 60 niños y niñas huérfanos de nuestro proyecto educativo Escolas de Paz. Les facilitamos una educación que luego les proveerá de un futuro, una vida.
- En estos 7 días hemos repartido 15 lámparas solares de Light Humanity a familias que por las noches viven en la completa oscuridad. Les hemos dado luz, hemos encendido la vida de 15 familias…
Encendiendo vidas en Mangunde
Nunca olvidaré llegar de noche a un hogar formado por una madre y sus dos hijos que estaban haciendo vida normal en la total oscuridad: los hijos cenando en el suelo. Entregarles una lámpara y dejarlos ahí, jugando asombrados con un concepto que les era totalmente nuevo.
Del mato mozambiqueño, así es como llaman a las zonas rurales del interior, lo que más me llevo son sus gentes, y en especial sus niñxs.
Ese ‘comprimento‘ cuando te cruzas con ellos, que hasta se paran por un segundo y hacen un gesto juntando las manos en señal de respeto. Ese ‘¿como esta?, tudo bem, ta bom‘ de rigor, imprescindible y perenne.

Y esa timidez y bondad de los más pequeños que funciona casi mecánicamente. Primero se quedan petrificados ante la extraña y novedosa presencia de personas de tez inesperadamente clara: «¿de dónde saldrá esta gente tan blanca? Qué raros son…«.
Para luego sacarlos de su estado de trance agitando la mano en forma de un saludo que les despierta de su hipnosis para sonreír y devolvértelo de la misma forma. Inocencia, dulzura… humanidad.
La hora de África
África lleva décadas acostumbrada a la necesidad, a pedir y a recibir. Pero es hora de cambiar ese modelo. Llegó el momento de que el continente se empodere, de invertir en él, porque será África quien salve al planeta cuando a éste se le acerque su hora.
Justo ayer salía un estudio que decía que, al paso que vamos, un millón de especies desaparecerán en las próximas décadas.
Es el momento de dejar de explotar y expoliar África para beneficio propio. El futuro de la Tierra es ella, y debemos actuar tal que así para preservarla, porque si no hay planeta no hay vida.
¿Acaso hay algo más importante?
Miembro y tesorera de nuestra Asociación Agrícola de Nhaumué, Beatrize lo tiene claro: «limpiábamos el terreno a mano hasta que este proyecto que apoya Azada Verde trajo una excavadora y luego un tractor para arar la tierra. La cooperativa nos está ayudando mucho».
Es miembro e incluso tesorera de nuestra cooperativa agrícola de Nhaumué. Pero solo una más de muchas beneficiarias, porque ELLAS son mayoría.
Esta asociación se ha convertido en un referente para muchas mujeres en la localidad Toronga, porque de los24 miembros que la forman, 20 son mujeres.
Beatrize y su hija Zaida tienen una huerta donde plantan sus propias hortalizas: cebollas, tomates, frijoles, berzas, lechugas…
Lo que ahora es prácticamente su vida entera, antes solo era campo y matorrales. 4 meses de preparación, formación y limpieza del terreno marcaron la diferencia.
Bueno eso y las Asociaciones Agrícolas que apoya Azada Verde, quienes además de herramientas y semillas, les proveyeron de una excavadora para desbrozar su terreno de 2.500 metros cuadrados, un tractor para arar la tierra… UNA VIDA.
Beatrize, miembro y tesorera de nuestra Asociación Agrícola de Nhaumué, nos cuenta cómo el cooperativismo de Azada Verde ha mejorado su vida.
Este proyecto de Azada Verde nació para darle a los mozambiqueños, y en especial a las mujeres, medios y herramientas para que se empoderen, para que tengan un modo de vida y puedan generar unos recursos, para que tengan un trabajo, alimentación e ingresos.
Y es que las ventajas de nuestras Asociaciones Agrícolas son innumerables:
- Alimentos durante todo el año
- Mayor número de hectáreas cultivadas con acceso a agua
- Mejor productividad de la tierra y el trabajo
- Obtención de ingresos
- Acceso a formación
- Diversificación y dietas más saludables
Pero Beatrize no es la única ni mucho menos. Son decenas y decenas de mujeres las que se benefician del cooperativismo y se han hecho fuertes gracias a su esfuerzo, tenacidad, inconformismo y valentía, en una sociedad que no les pone la alfombra roja precisamente…
Hace apenas una semana reivindicábamos su importancia y su lugar, en ese Día de la Mujer histórico.
En Azada Verde apostamos por su presente y futuro, dándoles más oportunidades y luchando por romper esa ‘brecha de sueños’ que les impide alcanzar su pleno potencial.
Soñamos con una sociedad igualitaria en la que todas las personas tengan los mismos derechos y oportunidades. Un mundo en el que las metas se consigan y los sueños se cumplan.
Si has leído hasta aquí tenemos muy buenas noticias: ERES CÓMPLICE de todo lo que hemos dicho anteriormente. ¡ENHORABUENA Y GRACIAS!
Angelina y Augusta forman parte de nuestra cooperativa de Massane. Ellas, como la práctica totalidad de la población rural, dependen por completo de la agricultura y es por esto que nuestro proyecto de Asociaciones Agrícolas les ha dado la vida: alimentación, una dieta variada e incluso ayuda económica gracias a la venta del excedente en mercados locales.
Cuando conocimos a Angelina y Augusta en noviembre de 2013 y les contamos nuestra intención de constituir una cooperativa agrícola en Massane que las iba a ayudar a cultivar su propio alimento – hortalizas que variarían su dieta y les proporcionaran unos ingresos – nos miraban desconcertadas pero con un atisbo de ilusión en su mirada.
El proyecto se llamaría Asociaciones Agrícolas y el objetivo era directo y conciso: empezar a cultivar en abril para obtener la primera cosecha ese mismo 2014 posterior. Lo mismo se hizo en Nhaumue, Daca y Mangunde, 4 cooperativas en total.
Tras varios años de proyecto, ambas consideran el beneficio reportado como «muy positivo«. Lideran y sacan adelante familias de 6 y 7 miembros respectivamente; han cultivado tomates, repollos, cebollas, alubias, patatas y acelgas entre otras; y han obtenido beneficios de hasta 8.000 y 9.000 meticales por año.
En definitiva, nuestras Asociaciones les estaban dando a sus familias UNA VIDA.
Nuestras Asociaciones Agrícolas, providenciales para las familias y el medio rural de Toronga y alrededores.
Este proyecto de Azada Verde nació sobre todo para dar soluciones desde tres vertientes distintas: el asociacionismo, la formación agrícola y la dotación de recursos.
En la localidad de Toronga, más conocida como zona de Mangunde, casi no existe elasociacionismo, algo que permitiría a las pequeñas familias de agricultores: reducir los costes conjuntos, mejorar las ventas, aumentar la productividad, acceder a créditos, mejorar su formación o disponer de servicios. Todas ellas medidas que mejorarían mucho sus vidas.
Asociaciones Agrícolas: un salto de calidad
Hablamos de un cambio a diferentes niveles (productivo, comercial y social). Y…¿Cómo lo hacemos?
- Reduciendo la inestabilidad de la producción (Apoyándoles a cultivar casi todo el año gracias a las motobombas y no solo cuando llueve)
- Incrementando el número de hectáreas de riego cultivadas (Para aumentar la producción)
- Mejorando la productividad de la tierra y el trabajo (Diversificando y rotando cultivos)
- Aumentando la rentabilidad de la producción vendida (Introduciendo variedades como las hortalizas)
- Garantizando el acceso a la formación (Y así aprender nuevas técnicas agrícolas)
- O diversificar las dietas alimenticias de la población…(No comer siempre lo mismo, maíz. Y contar con más de una comida al día)

Asociaciones Agrícolas es además nuestro proyecto más feminista, ya que beneficia a una clara mayoría de mujeres que normalmente están a cargo de las familias. El hombre generalmente trabaja fuera de casa, teniendo que emigrar a Maputo o Sudáfrica por las escasas posibilidades de empleo en la zona…Así que ellas se encargan de trabajar la huerta y la machamba (parcela) familiar.
La falta de agua debido a la escasa lluvia, un alto déficit formativo y tasas de analfabetismo de hasta el 60%, hacen de esta iniciativa un proyecto vital para las familias rurales de Mangunde.
Zadoke y Rubén, Rubén y Zadoke. Dos de los técnicos de mantenimiento de nuestras Bici-Bombas para el Desarrollo. Uno de Chimoio, Mozambique; el otro voluntario desde Barcelona. Pero los dos pieza clave en el funcionamiento de unas soluciones ecológicas que proveerán a las familias de Mangunde de alimentación, salud ¡e incluso ingresos!
Zadoke tiene 31 años y, junto con Sete, es vuestro técnico local en la zona encargado de instalar y mantener las Bici-Bombas. Empezó en Beira como ayudante de mecánico de vehículos para la Asociación ESMABAMA, nuestro socio local en Mozambique, y por las tardes también se encarga de transportar a personas enfermas de las localidades cercanas desde ‘o Cruzamento’ hasta la Misión de Mangunde (unos 25 kms), ya que no existe transporte público para hacer ese trayecto y ese es el único hospital cercano.
Rubén por su parte, estudiante de mecánica de 39 años, quedó fascinado cuando oyó hablar por primera vez de Azada Verde, y más en especial de nuestro proyecto de ‘Bici-Bombas para el Desarrollo’.
Su impulso primero fue claro. Contactó con nosotros y nos dijo literalmente y de forma desinteresada: «¡quiero ir a Mozambique a ayudaros con vuestras Bici-Bombas!«.
Bici-Bombas: qué son
Pero vamos a centrarnos: ¿Qué es exactamente una Bici-Bomba? Os preguntaréis muchos. Es una ‘eco-técnica’ que permite bombear agua, desde un río por ejemplo, hasta unos 25 metros de distancia.
Esto permite un acceso constante al agua mediante el pedaleo y la fuerza de las propias piernas de una persona para poder regar los cultivos todo el año y así facilitar la cosecha y obtención de mucho más alimento.
Nuestro objetivo: instalar una Bici-Bomba de agua a cada una de las familias, así, además de asegurarse la campaña de maíz, podrán producir otro tipo de cultivos (hortalizas) garantizándose una dieta variada, salud e inclusoingresos.
Bici-Bombas: 100% sostenibles
¿Pero qué es lo mejor de todo? Lo mejor de todo es que estas bicis tienen un coste bajo, se hacen a partir de materiales reciclados, no daña al medio ambiente ya que el uso de combustible es 0, y su impacto en el bienestar de las familias es altísimo.

La población de las zonas donde trabajamos necesita disponer de alimentos de una forma sostenida en el tiempo, dignamente, sin tener que recurrir permanentemente a ayuda externa.
La dependencia de la lluvia y la escasez de medios provoca año tras año en Mangunde y alrededores hambrunas, desnutrición, dietas poco variadas, problemas de salud y un estado de crónica pobreza.
Las familias que tienen parcelas cercanas al río tratan de plantar hortalizas durante la segunda mitad del año, pero sin mucho éxito, porque regarlas cubo a cubo es insostenible. Además, las muertes por ataques de cocodrilo en la ribera son frecuentes.