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CICLÓN IDAI: 600.000 personas en riego extremo en Mozambique

Comunicado de Fabrizio Graglia, director de ESMABAMA, la ONG con experiencia desde 1992 en la zona devastada por la catástrofe. 
Azada Verde y ESMABAMA lanzan una campaña de emergencia para las zonas rurales,  donde el impacto se estima aún mayor.

“Estoy consternado por este escenario dantesco y el pánico que veo en los rostros de aquellos que ahora temen por su vida y la de sus seres queridos. Por favor, necesitamos ayuda urgente”.

 

Es la carta que ha escrito el director de ESMABAMA, Fabrizio Caraglia, la ONG local con más experiencia en Beira y la provincia de Sofala.

ESMABAMA lleva 25 años trabajando para el desarrollo, sobretodo, de las zonas rurales. Tras una semana sin posibilidad de comunicarse vía telefónica o internet, es uno de los primeros testimonios que retratan el impacto del ciclón Idai en Beira, la cuarta ciudad más grande de Mozambique y alrededores. Se estima que ha quedado destruida en un 90%.

El último reporte de OCHA (ONU) indica que al menos 242 personas han muerto en Mozambique a causa del ciclón y 1.400 han resultado heridas. Pero se prevé que la cifra de víctimas sea aún mucho mayor.

Ahora lo más difícil está siendo sobrevivir en ciudades y pueblos arrasados: 17.000 casas y 2.800 aulas están destrozadas o afectadas y casi 400.000 hectáreas de cultivos dañadas.

Se calcula, según ACAPAS, que Idai podría haber afectado a 600.000 personas en las seis provincias afectadas, con vientos que han alcanzado los 270km/h. La Organización Meteorológica Mundial teme que estemos ante la peor catástrofe meteorológica en la historia del hemisferio sur.

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) de la ONU temen  que estemos ante el peor desastre meteorológico en el hemisferio sur del planeta

Desde aquel día estamos sin electricidad, comunicaciones, combustible, alimentos y agua potable, con las carreteras destruidas y sin poder sacar dinero de bancos o cajeros. No queda ningún poste de electricidad que se sostenga, árboles caídos, tiendas y supermercados cerrados. Los últimos 3 días solo hemos comido naranjas y aguacates, racionalizando todo lo posible el agua potable».

Solo en el hospital de Beira murieron 165 personas, entre ellas 5 recién nacidos. No pueden atender a muchos de los heridos porque no hay electricidad y las familias no pueden enterrar a las víctimas del ciclón porque la tierra sigue bajo el agua.

Guardan los cadáveres en zonas secas. Sin embargo, se prevé que el nivel de las inundaciones siga subiendo en los próximos días a causa de las lluvias, que no cesan, y las presas que deben aliviar agua para evitar el colapso.

Azada Verde y Esmabama aún no han podido llegar a las misiones donde trabajan. Los distritos rurales de Chibabava, Marromeu y Buzi, según fuentes gubernamentales, están totalmente aislados 7 días después del devastador ciclón.

“El coche tuvo que dar media vuelta… las inundaciones se habían comido la carretera y en su lugar solo había un lago de cocodrilos y personas atrapadas en los árboles. Personas que caminaron más de dos días hasta llegar a Beira, nos decían que pueblos enteros, casas y personas habían desaparecido”.

Se cree que la situación en las zonas rurales es aún más crítica. Las primeras informaciones que llegan señalan que el ciclón ha arrancado los tejados de los internados donde duermen cientos de niños.

Duermen bajo los árboles a pesar de las incesantes lluvias. Las crías de ganado y todas las cosechas de maíz que garantizaban la alimentación de los próximos cuatro meses se han perdido.

Azada Verde y Esmabama han abierto una emergencia para atender la situación que atraviesan estas comunidades. Según José Zacarías, responsable de uno de los proyectos de Azada Verde en la zona afectada y director del hospital de Mangunde, calcula que unas 7.000 personas se han visto afectadas solo en la misión en la que él trabaja. Este es la última información que logró enviar:

“El miércoles se nos acabó el combustible, la situación es completamente abismal, no hay forma de trabajar. No hay dinero en los cajeros, la comunicación con la ciudad es muy difícil. Necesitamos combustible para los generadores. Es la única forma de tener electricidad en las máquinas de los hospitales, la conservación de vacunas, el transporte de heridos, víveres y las máquinas para moler el maíz que comemos. Necesitamos ayuda urgente”.

Nuestro equipo está recaudando fondos en http://bit.ly/EmergenciaCiclonIdai para responder a las necesidades más urgentes que nuestros técnicos en Mozambique han evaluado directamente en terreno: materiales para reconstruir las casas, víveres (500 mil kilos, 25 mil kg de arroz), medicinas (5.000 cajas de retrovirales, 76.000 cápsulas antibióticas), 2.000 litros de combustible y ropa.

El co-fundador y director ejecutivo de Azada Verde, Hugo Coll, viajará la próxima semana a Mozambique para dirigir directamente las acciones de ayuda a las zonas afectadas.

La principal preocupación es evitar que las enfermedades y la hambruna ahoguen aún más la situación de estas zonas rurales, una de las más pobres de Mozambique.

El porcentaje de VIH, niños huérfanos y personas mayores desatendidas son muy altos. Una rápida actuación puede evitar que el ciclón desemboque en desnutrición, brotes de cólera o propagación de otras enfermedades.